miércoles, 11 de abril de 2007

Una nueva biografía desvela los secretos de la bella y carismática Ava Gardner



«Ava Gardner, la diosa con pies de barro» es el título del nuevo libro de Lee Server en el que describe de forma apasionante y profunda toda la vida privada de la estrella estadounidense





Nació en Carolina del Norte la Nochebuena de 1922, sus humildes orígenes en las plantaciones de tabaco chocaron de frente con el brillo de la industria de Hollywood, causando en Ava un desequilibrio que arrastraría toda su vida.

Su paso por las pantallas fue deslumbrante en sus inicios y sombrío en sus finales y existió una constante en su carrera profesional, relacionada con su gran atractivo físico, fue encasillada y calificada por la publicidad de su estudio como "el animal más bello del mundo".

Pocos supieron extraer de su felina y ardiente belleza el talento que se agazapaba en su interior y su vida privada fue más apasionante que muchas películas, un torbellino de pasiones y prisiones en un “Hollywood dorado” que destrozó su carrera y la condenó a una serie de películas sin valor.

Sus aventuras incendiarias en la España de la época debilitaron su matrimonio explosivo con Frank Sinatra, que pasó a la historia como uno de los romances más comentados de todos los tiempos.
Ava se dejó seducir por el embrujo español. Se enamoró de su cultura, sus fiestas, las gentes y los toros, incluyendo en este universo su pasión por los toreros. Expresó así su curiosidad por España: "representaba todo lo que ellos censuraban", explicó, "una mujer, que vivía sola, que estaba divorciada, que no era católica y, además, era actriz".
Gardner estaba en ese momento en el punto de mira de la prensa, más por su agitada vida que por su trabajo en el cine.

En España, aprovechó para dar rienda suelta a sus excesos sin estar sometida a los corsés puritanos americanos. Su obsesión por la tauromaquia, hizo nacer relaciones con toreros como Mario Cabré o Dominguín .
Según el libro, en 1955, Ava compró una casa en La Moraleja, en la que estableció un campamento base para fiestas que duraban todo el fin de semana y que incluían corridas de toros y tablaos flamencos.
Pero pronto empezó a ser considerada "una amenaza para la sociedad biempensante" y a ser vetada en lugares como el Hotel Ritz cuando se trasladó al centro de Madrid. Allí vivía en un piso en el que siguió acogiendo fiestas que molestaron a su vecino de abajo, que no era otro que Juan Perón.

No sería capaz de romper los lazos que le unieron a la Península hasta la década de los 60. En 1961, tras el suicidio de uno de los ejes de su vida española, Ernest Hemingway se sumió en un constante estado de ansiedad que hizo que, con el rodaje en Roma de La maja desnuda, Ava iniciara el fin de su tormentosa relación con España.

Finalmente, se traslado a Londres donde permaneció hasta su fallecimiento, por una pulmonía, a los 68 años de edad en 1990.

De belleza capicúa y angulosa. Ava era considerada como una mezcla entre una Mantis religiosa y mujer-placer (alcohol, hombres, joyas) como oposición a la mujer-madre (nunca lo fue). Fue la suma de las grandes damas del cine, de Marlene Dietrich a Elizabeth Taylor , pasando por Lauren Bacall o Lana Turner .

Esta biografía recoge a la perfección un deslumbrante recorrido por la vida y carrera de una actriz que cortaba, a su paso, el aliento de los hombres. Se trata de una obra cargada de información, testimonios y datos precisos con los que desentrañar el misterio de una mujer que hizo de sus días una mezcla desigual de paraíso y calvario. Podría ser una novela si no fuera real, ya que permite una lectura fluida y sencilla gracias al impecable estilo narrativo de este autor.

Se puede decir que Ava Gardner tenía un problema: volvía loco al sexo masculino. Ese magnetismo le trajo tantas satisfacciones como problemas. En esta biografía Lee Server habla de la actriz, describe a la diosa y desnuda a la mujer.

1 comentario:

box13 dijo...

gracias amiga



LEE SERVER
USA